
Durante el curso escolar 2024/25, el programa educativo Los Perrinautas, ha cerrado una edición que se siente como un éxito colectivo. En total participaron 18 centros educativos, con 53 sesiones dinámicas y 702 alumnos y alumnas implicados en esta experiencia de vínculo entre niños, perros y valores.
Los Perrinautas es un proyecto desarrollado por la Asociación La Llobera como parte de las actividades complementarias a la gestión del Albergue Municipal de Oviedo, responsabilidad que La Protectora asumió en julio de 2022.
Un curso con propósito
Desde La Llobera, organización especializada en intervenciones asistidas con perros, se plantea cada curso como una invitación a que las aulas experimenten la empatía, la responsabilidad y el bienestar emocional a través del contacto con perros preparados para acompañar.
Los Perrinautas combina actividades lúdicas, educativas y de sensibilización animal, con momentos de convivencia respetuosa, reflexión colectiva y juegos guiados. En esta edición, cada sesión fue un espacio para plantar semillas de comprensión, para que tanto estudiantes como perros puedan crecer en confianza mutua.
Datos que inspiran
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18 centros educativos se sumaron a la iniciativa.
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53 sesiones fueron desarrolladas a lo largo del curso.
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702 alumnos y alumnas participaron directamente en las actividades.
Estos números no solo representan alcance, sino rostros, historias, aprendizajes y vínculos creados.
Ecos del programa
En la página de Facebook de La Llobera se puede ver cómo a lo largo del año se compartieron momentos emotivos del programa Perrinautas, con imágenes de niños y niñas interactuando con los perros y textos que hablan de transformación, emoción y crecimiento conjunto.
Además, en su web, La Llobera subraya que hace más de diez años vienen promoviendo actividades de terapia asistida con perros —y que este enfoque les ha permitido consolidar su propuesta educativa en diferentes ámbitos: colegios, centros sociales, salud mental, educación especial…
Mirando hacia el próximo curso
Con esta edición fortalecida, desde La Protectora se espera renovar la gestión de la instalación municipal y así poder contar en un próximo curso con el equipo de Los Perrinautas y La Llobera. Hay que seguir ampliando horizontes: alcanzar más centros, innovar en las sesiones, incorporar nuevos recursos y profundizar esa conexión terapéutica y formativa.
“Creemos que los perros, cuando están bien entrenados y acompañados, pueden ser puentes hacia el bienestar emocional, facilitadores de escucha, respeto y ternura”, expresan desde el equipo de La Llobera.
Para la comunidad educativa que abrazó el programa, para el profesorado que facilitó el trabajo en aula y para los niños y niñas que se sumergieron en esta aventura, va nuestro más sincero agradecimiento. Que la semilla sembrada en este curso florezca en sus vidas y en las próximas ediciones.



